Renuncio...


Renuncio a la idiotez que me conducía a la excusa,
a la incriminación gratuita,

a la violencia irreflexiva,
a la subestimación personal,
que postergó el conocimiento de
mis cualidades humanas,
mi aptitud innata para encontrar respuestas,
mi excelencia para hallar soluciones,
la maravilla divina que disfruto como ser humano para superar obstáculos,
en principio insalvables,
convicciones que hoy me permiten asumir mi total responsabilidad ante esta vida mía, que ahora y en cada instante, decido vivir en plenitud.

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